En la zona rural del municipio de Shangqiu (Henan, República Popular China) dos de las principales lacras son la pobreza y la soledad. Ancianos desamparados, menores enfermos, personas con minusvalías físicas y/o psíquicas profundas, analfabetos, familias sin hogar… Carecen de ingresos, alimentos de calidad, ropa especialmente en invierno, o a los servicios sanitarios. Sus casas suelen ser infraviviendas. Son las víctimas de la desigualdad en que crece el capitalismo económico en todo el país.
Los Agustinos Recoletos llevan a cabo desde la dimensión social de la misión católica una atención y promoción de las personas más vulnerables de esta zona rural. A ello se dedican en torno a 10.000€ al año. Las visitas domiciliares permiten conocer los casos más urgentes y mitigar la soledad de los abandonados. Se entregan alimentos, ropa o medicinas y se ofrece alfabetización.
REFLEXIÓN
«La fuente del dinamismo apostólico es la unión vital con Cristo por la oración y la vivencia comunitaria de los votos (…) Por la pobreza, el religioso hace presentes los bienes del reino y se dispone para la evangelización de todos los hombres, especialmente de los pobres. (…) Así, el religioso da testimonio de que, “sin el espíritu de las bienaventuranzas, el mundo no puede ser transfigurado ni ofrecido a Dios”» (Constituciones de los Agustinos Recoletos, 277).
Baje a nosotros la bondad del Señor y haga prósperas las obras de nuestras manos. (Sal 89, 17)