Hace unos meses recibía una llamada del amigo Antonio Ojeda para hablarme de un tal “Ángel”, un señor que había conocido cuando era funcionando de prisiones en la cárcel de Logroño. Me hablaba de su amistad con Ángel y de que estaba convencido de su inocencia, que lo habían engañado como a un chiquillo…pero sobre todo de la obra que estaba realizando ahora enviando contenedores llenos de todo lo que le regalaban en sus campañas a favor de los más necesitados de varios lugares del planeta. Sobre todo conseguido en Arnedo, donde vivía ahora, y de sus alrededores…ropa, zapatos, tanques de agua, colchones…y que no hace mucho tiempo había enviado a Huancavelica, Perú.
Como estaba ahora interesado en enviar nuevamente a Perú se acordó de nuestra Red Solidaria Internacional ARCORES y de nuestra labor, especialmente en Chota. Y Antonio me preguntó: ¿Qué te parece?
La verdad que la historia era como para tener reserva, pero por seguir adelante no se perdía nada. Me puso en o con Ángel y hablamos varias veces. Él siempre con un temperamento optimista, alegre, familiar, informándome de los pasos que iba dando: “He conseguido esto y aquello…ya tengo lleno un bajo que me han prestado unos amigos… otra llamada que hay que buscar lugar para los palés conseguidos porque me piden el local…
Trasladamos en un camión lo conseguido por Ángel al Monasterio de San Millán de la Cogolla, que también es sede de ARCORES en la Rioja. La verdad es que al verlo parecía interesante cómo iba el proyecto. Meses y meses y todo seguía parado con el entusiasmo de Ángel intacto y con el mío pensando que nos quedaremos a medio camino.
Ángel seguía cada semana llamándome muy entusiasmado con la operación. Por fin los primeros días de noviembre me comunica que ya lo tiene todo listo, que ha llamado a una Naviera que conoce en Bilbao y que hay que cargar inmediatamente el contenedor de 40 toneladas. La operación fue realizada el 9 de noviembre gracias a la comunidad agustino recoleta del Monasterio de San Millán de la Cogolla, de Antonio Ojeda y de Ángel, que siempre puso alma, vida, ilusión y muchos sudores pidiendo y transportando. Desde el 9 de noviembre el contenedor ya se encuentra en Bilbao para ser trasladado al puerto del Callao, en Lima, Perú.
Solo conocía que se llamaba Ángel, nunca lo he visto y me picó la curiosidad. Le pedí por favor algunos datos al buen amigo Antonio Ojeda. Ángel Esparza Bobadilla, nacido en San Adrián, Navarra. De padre navarro y madre riojana, que dice cosas como estas “Quiero invitar a todo aquel que sienta esa inquietud…que es muy gratificante el ponerse al servicio de los pobres. No se puede explicar con palabras la alegría interior que se siente. Tuve la suerte de estar en África, en India con la Madre Teresa y desde entonces no he parado colaborando en la fundación de Caritas de Arnedo, La Rioja. Sirviendo a muchos pobres personalmente, he estado en Perú dos veces y me han enseñado mucho. También en Filipinas. Y mientras Dios me lo per mita seguiré con mis 80 años”.
Niños apadrinados de Chota y sus familiares podrán recibir en unos meses la donación de uno de tantos “Ángeles” que llegan a ARCORES.
Severiano de Cáceres Anaya – ARCORES España