Alrededor de 6.000 niños se han beneficiado gracias al programa de apadrinamiento.
El programa de apadrinamiento es una de las formas principales para ayudar a los niños en situación de pobreza a salir de esa condición, estudiar y conseguir un futuro mejor.
Ante la crisis económica y social que azota a Venezuela, los niños de los pueblos de Atapirire, Múcura y Boca de El Pao en el Estado Anzoátegui no escapan de esta realidad. Allí nacen en el seno de comunidades en situación de pobreza extrema; por ende, viven una infancia marcada por la insuficiencia en materia de alimentación, salud, vestimenta y escolaridad.
Los niños venezolanos no se escapan de la crisis que enfrenta el país y dentro de su inocencia reconocen lo triste de la situación.
Una niñez que transcurre en medio de carencias, situaciones de desamparo y orfandad; niños que jamás han tocado un juguete con sus manos; niños que no conocen la protección y el cariño de padres; pequeños que no tienen ropa, zapatos ni útiles escolares para asistir a la escuela… Realidades y circunstancias que azotan sus vidas dejando una fuerte marca en sus memorias.
Frangelis Maita, quien tiene 9 años de edad, comentó: “Tengo solo un par de zapatos que uso para llevar a la escuela y ya están desgastados. Mis compañeros del pueblo también tienen necesidades, no tienen comida ni útiles y por eso no van a clases”.
Moviendo corazones, transformando vida en los más pequeños
La Red Solidaria Internacional para atender esta realidad promueve un programa de apadrinamiento para garantizar a los niños un futuro estable. Este programa nacerá en la Vicaria San Agustín, de las comunidades de Atapirire, Múcura y Boca de El Pao y se apadrinarán a 25 niños.
El apadrinamiento es una forma de solidaridad de doble vía: Porque a través del lazo que los padrinos construyen con sus niños apadrinados, se acercan a otras realidades y se sensibilización sobre las causas de la pobreza.
Desde hace varios años, ARCORES lleva a cabo su programa de apadrinamientos en diferentes países. Entre ellos: Panamá, Venezuela, Brasil, Guatemala, Perú, Colombia, Ecuador, Argentina y República Dominicana. Gracias a este programa, más de 6.000 niños han podido completar sus estudios y tener una infancia completa en escenarios en los que la pobreza y la violencia les afectan directamente.
Detrás de cada apadrinamiento hay un número importante de personas, y requiere de un gran esfuerzo de gestión: padrinos y madrinas, personal en sede, encargados en cada lugar donde se desarrolla el programa, familias y voluntarios que ayudan en las actividades necesarias para cumplir el objetivo del padrinazgo, que es siempre la promoción de la educación.
Los programas de apadrinamiento van unidos a proyectos de desarrollo como la educación, que por sus características, es una forma efectiva para erradicar la pobreza.
El programa de apadrinamientos de ARCORES cuenta actualmente con 1.119 padrinos. De estos, 836 proceden de distintos puntos de España; mientras que 283 de la ciudad de Río de Janeiro (Brasil).
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